EN LA BÚSQUEDA DE DIOS
EN LA BÚSQUEDA DE DIOS
Toda la
temática religiosa en la poesía del tango, está basada en la fé. El tango
siempre estuvo relacionado, en mayor o menor grado con la religión, y se han
hecho numerosas menciones a Dios. Las referencias religiosas han sido
vinculadas, invariablemente, a expresiones del catolicismo.
La conjunción
religión – música, nació en la época de la colonia, ya que el mensaje cristiano
fue traído a estas tierras por los jesuitas y, el vehículo utilizado para tal
fin, fue la música. A partir de ella, comenzaron a comunicarse con los
aborígenes guaraníes, alcanzando así la increíble fusión de ambas culturas.
En la mitad del siglo diecinueve, el tango tuvo su nacimiento en el
núcleo del segmento marginal de la sociedad de aquellos tiempos, siendo una
danza de los negros y la gente pobre, mezclada con condimentos musicales
arrivados a la Argentina, con los españoles e italianos de las primeras
inmigraciones europeas. Estas circunstancias, con el agregado de que se bailaba
en forma clandestina en lugares no del todo sanctos, acarreó a su haber una
“mala fama”.
Tal vez, la
primera actitud para revertir aquella
fama, fue la de Casimiro Aín, aquel bailarín apodado “el vasco Aín” quien, convocado
por el embajador argentino, lo bailó
junto a su hermana en el Vaticano, ante el Papa Pío X en 1914, demostrando que ese
baile no era lascivo y obteniendo la aprobación
papal.
En 1923, en
el Teatro Nacional, Azucena Maizani cantó, por primera vez, el tango Padre
Nuestro, cuyos autores eran Vaccarezza y Delfino. En 1932, Alfonso Casini
escribió Virgen de Lourdes.
Años después, el novelista cordobés Gustavo
Adolfo Martínez Zuviría, cuyo seudónimo era Hugo Wast, director de la
Biblioteca Nacional por más de veinte años, fue ministro de Educación y
Justicia además de tener otros cargos importantes durante el gobierno de facto
del General de División Pedro Pablo Ramírez. A través de una comisión por él
fundada, prohibió la presencia del lunfardo en las letras, lo que motivó que
los autores tuvieran que reemplazar algunos términos en muchos tangos. En realidad, es verdad que
existían tangos picarescos y quizás
algunos, con una dosis de irrespetuosidad, pero lo cierto es que Martínez
Zuviría, tenía una elevada y exagerada moral católica, que lo acompañó hasta su
muerte.
Hoy, con la mirada
puesta en el pasado, notamos claramente que gran cantidad de letras, de
diferentes autores, reflejan esa conexión con el tema de la religión.
“Al pie de la
santa cruz”, de Maro Battistella dice:
Por tus llagas
que son santas /por mi pena y mi dolor/ten piedad de nuestro hijo/protégelo
Señor.
“Adiós Ninón”
de F. García Giménez
Adiós Ninón!
Te cedo los ladrones/a precio igual, me quedo con Jesús.
“Sin
Palabras” de E.S. Discépolo
“perdóname,
si es Dios/quien quiso castigarte al fin”
“Malevaje”,
también de Discépolo
Decí por Dios
que me has dao…!
Y en “Soy un
arlequín” escribió
Me clavó en
la cruz/tu folletín de Magdalena/porque soñé que era Jesús y te salvaba.
Son
muchísimas las letras de este poeta donde el tema religioso brilla, tanto es
así que “la filosofía discepoliana” como se le ha dado en llamar a su manera de
pensar, tiene como uno de sus ingredientes, el aspecto religioso.
También en
“Infamia”, se expresa diciendo
Quisiera que
Dios/amparara tu sueño/muñeca de amor/que no pudo alcanzar su ilusión.
Pero
Discépolo arribó al clímax de su dramatismo desesperanzado, sin duda alguna,
cuando en “Tormenta” se lamenta con su queja lastimera:
Aullando entre
relámpagos/perdido en la tormenta/de mi noche interminable/¡Dios! busco tu
nombre
Y así, a lo
largo de esta poesía adornada con metáforas increíbles, nombra a Dios seis
veces, pidiéndole protección y milagros.
Tampoco
podemos dejar de lado su “Canción Desesperada”, donde quebrado por un dolor
insoportable, sufre preguntándose:
¿Dónde estaba
Dios cuando te fuiste/dónde estaba Dios que no te vio?
Otros poetas
también engrosan la lista de los “religiosos”, como Dante A. Linyera en “Si
volviera Jesús”
Veinte siglos
hace, pálido Jesús/que miras al mundo clavado en tu cruz
O Alfredo
Bigeschi en “La Novena”
…los fieles
de rodillas elevan hacia el cielo/plegarias a la virgen y súplicas a Dios…
En “Misa de
Once”, A. Tagini y Juan José Guichandut vuelcan sus dudas
No sé si era
pecado/decirte mis ternuras/allí frente a la imagen/divina de Jesús.
Por último,
otro ejemplo más de la pluma fascinante de Homero Manzi.
“Monte
Criollo”
…la vida es
un mazo marcado/baraja los naipes la mano de Dios.
Y hoy, bajo
la protectora mirada de nuestro Papa Francisco, que se declara ferviente admirador
del tango y al que le gustaba bailar en su juventud, más milonga que
tango, nos sentimos contenidos. Sus
intérpretes favoritos son Gardel, Julio Sosa, Tita, Ada Falcón, Piazzola y
Amelita Baltar, y fue vecino y amigo de
Azucena Maizani. Por estas razones y otras, el tango cuenta con un respaldo
invalorable, que lo hará más grande y más fuerte, GRACIAS A DIOS!
Ana María Navés.
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