CUARENTENA.
UN DÍA ANTES DE LA CUARENTENA.
¡De cuántas cosas tendremos que privarnos y por cuánto tiempo!
Creo que son pruebas que nos presenta el destino que deberemos resolver de alguna manera y cuyos resultados podrán ser satisfactorios para algunos y para otros no.
De todas maneras pienso que, además de quedarnos en casa como nos indican para evitar en lo posible el contagio cuidándonos nosotros y a los demás, lo más importante es velar con mucho celo por la salud emocional de cada uno.
Porque el no tener contacto social ni poder salir siquiera a dar una vuelta a la manzana, redunda indefectiblemente en la salud de nuestras emociones, esas que son consecuencia de los comportamientos de nuestra mente.
¡De cuántas cosas tendremos que privarnos y por cuánto tiempo!
Sin embargo en la soledad, hay mucho por hacer, desde leer y leer sin que nadie nos interrumpa hasta jugar al solitario hasta la una de la mañana, desde volver a ensuciarnos las manos con tierra arreglando el jardín hasta hacer esa torta de chocolate cuya receta vimos en internet; desde mirar una buena película en Netflix hasta darnos el lujo de no bañarnos algún día total...
Podemos hacer proyectos para cuando esto se termine, hablar por teléfono con nuestra familia y con amigos o tejer un lindo sweater para el invierno con esa lana que compramos el año pasado y quedó ahí.
Podemos ordenar placares, limpiar a fondo la casa o tratar de acordarnos cómo la abuela hacía esos guisos exquisitos con choclos y batatas. Podemos hacernos esas marcarillas para las arrugas o ensayar otras formas de maquillaje. Podemos escribir, pensar y hablar con nosotros mismos con total tranquilidad.
¡Cuántas cosas podemos hacer! Dudo que nos alcance este tiempo de cuarentena.
A.M.N.
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