EVOCACIONES -

Artículo publicado en 2014.


EVOCACIONES                                                                                                       Ana María Navés


Hoy a través del vidrio empañado de mi ventana, veo la grisura del día y la tristeza del cielo, mientras huelo la lluvia que se avecina.
Y puedo ver como si lo tuviera frente a mí, aquel Boedo del ayer. Ese barrio de Boedo que fue un pedacito de cielo y tierra que se desprendió irrespetuosamente del barrio de Almagro, en las postrimerías del siglo XIX.
Desenfadado y desafiante, creció sin prisa pero sin pausa, saltando por encima de bañados y quintas y enchastrándose sin vergüenza en charcos y pastizales. Creció y creció hasta convertirse en un barrio duro y sensible al mismo tiempo, poblado por criollos e inmigrantes que a fuerza de sacrificios y laburo, fueron transformándolo hasta llegar a tener el rostro inconfundible que tiene hoy.
Y de sus entrañas salieron, como estrellas danzantes, un sin número de artistas con brillante creatividad. Jóvenes rebeldes, idealistas maniáticos, sentimentalistas con espíritus altos que se desparramaron por esos caseríos rurales, mostrando la bohemia que llevaban a flor de piel.
Y rememorando aquel ayer, es imposible no hablar de los Castillo, por ejemplo. Del José González Castillo, periodista, compositor de obras de teatro y letras de tango y organizador incansable de círculos literarios.
De su hijo Cátulo, uno de los más grandes poetas quien, junto con su amigo Homero Manzi, fueron los hacedores incomparables de maravillosos versos. Versos que hablaban de amores imposibles, del barrio, nostálgicos, arrabaleros, viscerales. De José Bettinoti, aquel payador inolvidable.
Y más, muchos más; genios reconocidos de la pintura, la literatura,  la escultura, la música; esos a los que llamaban Artistas del Pueblo por haberse formado en bibliotecas de izquierda, donde el énfasis estaba puesto en los problemas sociales. De la amalgama fascinante de unos con otros, y del incorregible afán juvenil de ir tras los sueños imposibles.


Comentarios

Entradas populares