ENTREVISTA A ANA ISABEL LOPERA Y JULIO CÉSAR MONTOYA
REVOLCÁNDOSE EN LA MUGRE
Publicado
en el portal Tango en Medellín – 2012.
Tiempo
después de haberse conocido en una milonga, las sorpresas que a veces da la
vida, los volvieron a juntar.
Una chiquita movediza con rostro de niña, que
puede apenas disimular su juventud, entra al Café Tortoni junto a Julio, su pareja. Se los ve contentos y
satisfechos, mostrando una imágen que hace juego con la cordialidad y simpleza
de sus actitudes.
Mientras el mozo deposita los cafés sobre la
mesa, sin muchos rodeos, comienzan a relatar su presente, para después
retrotraerse al pasado. Pasado no muy lejano, ya que éste, normalmente, se
nutre de años y experiencia y éste, no es el caso.
Ana Isabel se posiciona sin dudar, en un lugar
de seguridad. Convencida de lo que quiere, tiene muy en claro cómo llegar a su
meta; es cuestión de tiempo, dice. Mucha dedicación y esfuerzo, con buenos resultados.
Julio César Montoya Ardila, ferviente y
apasionado en sus apreciaciones, comparte con ella los mismos deseos, al tiempo
que siente la necesidad imperiosa de hurgar en la cultura tanguera, rescatando
narraciones y vivencias de primera mano, de milongueros que han presenciado el
tango “de antes”, en busca de la tan mentada “mugre del tango”. Quiere saber
cómo era la vida del tanguero, cómo eran las milongas, cómo se bailaba, cómo
aprendían los hombres, cómo eran las figuras de aquel entonces, los códigos,
las costumbres.
Necesita primero conectarse; luego
identificarse y finalmente, saborear con fruición esa increíble sensación de
revolcarse en esa mugre. Sólo así, dice, será capaz de involucrarse,
definitivamente, en esta danza visceral, que lo acerca al placer infinito.
Nacidos ambos en Medellín pero recorriendo
caminos diferentes, sus vidas se encontraron milongueando. Ana Isabel, estudiaba danzas clásicas
y contemporáneas en Medellín, mientras Julio, desde siempre, había apostado al tango. La
relación entre ambos, se inició apoyada en la integración de la pareja, dándole
mucha importancia a las vivencias personales y a la emocionalidad, pero desde
hace tres años, eso mutó a una forma de relación donde a todo eso, se le agregó la
danza. Hoy, son una sola cosa.
En 2011, Ana Isabel ganó una beca para la
Fundación Julio Bocca de Buenos Aires para el próximo año, que coincidió con
haber ganado junto a Julio en el campeonato Tangovía Feria de Manizales, Colombia,
en enero de 2012, tres premios: primer premio en categorías Tango Salón y
Milonga Escenario y tercer premio en la categoría Tango Escenario.
Partieron
entonces desde Medellín hacia Argentina, corriendo tras esas ilusiones que les
acariciaban el alma y les hacían hervir la sangre. Se presentaron en el
Campeonato Metropolitano de Buenos Aires 2012 y obtuvieron el segundo premio en
la Categoría Vals.
Julio trabaja en Caminito, ese lugar tan
emblemático y pintoresco de la Boca y juntos, hacen un show, todas las noches en
el Café Tortoni, acompañados por una orquesta. También hacen shows en otros
establecimientos como La Puerto Rico, Guayana y Los 36 Billares.
Ella, durante todo el año, se dedicó a
disfrutar y a aprender, aprovechando su beca en la Fundación por lo que, a
ninguno de los dos, les quedaba mucho tiempo para descansar.
Sin embargo, se sienten bien y están conformes
y sorprendidos, por haber conseguido todo eso, que es mucho, tan sólo en un
año.
En el 2013, todo va a ser más llevadero – dicen
- ya que la beca terminó y van a poder dedicarse a tomar clases de tango con
los profesores que poco a poco, en su corta trayectoria, fueron eligiendo.
Tienen como objetivo primordial, seguir en la
búsqueda de un tango donde la conexión de la pareja no se pierda en ningún
momento, y donde la fusión de las emociones, cree un fantástico contexto, que
atesore la danza en su seno.
Donde la esencia del tango muestre todo su
protagonismo, enganchada a los pies y a la emoción de estos bailarines, que
denotan una sensibilidad notoria.
Pero lo mejor de todo, es que ambos están
convencidos de lo mismo y por lo tanto, se aprestan a tirar del carro, con todas las fuerzas, para el mismo lado.
Para el lado que los empuja el tango.
Ana María Navés.
Comentarios
Publicar un comentario